De la Medicina Tradicional China 
a la Medicina Biológica

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La Medicina Tradicional China (M.T.C.) comprende la utilización de plantas medicinales, acupuntura, dietética, ejercicio y digitopuntura, técnicas que tras miles de años de observación, análisis y empirismo, constituyen un cuerpo médico eficaz e indiscutible en sus postulados y procedimientos. Su cuerpo teórico se basa en el paradigma del Qi, energía vital, y en las diferentes leyes (Yin-yang, 5 elementos, Zang-Fu, Energía – sangre – líquidos, Jing – Qi – Shen, etc.) que confluyen en la verdadera joya de la M.T.C. que es la diferenciación de síndromes.
Los síndromes son terrenos biológicos que preceden a las enfermedades y que se expresan en síntomas directos y sutiles recogidos mediante la observación milenaria y a través de los cuales un ser humano creará o cronificará cualquier tipo de enfermedad, desde una rinitis hasta un carcinoma de colon recto.
La medicina occidental, por el contrario, carece de esa experiencia milenaria y no cuenta con un sistema de observación clínica directa de los terrenos. Basa su investigación en los diferentes estudios, analíticas y medidas de patrones, fundamentalmente bioquímicos, para confirmar la existencia de una enfermedad, expresión pura del método científico-deductivo por excelencia.
En la sociedad china no existió revolución industrial ni científica tal como sucedió en Europa. Por motivos geopolíticos y sociales, las tradiciones se mantuvieron intactas en ocasiones hasta nuestros días o en otros casos sufrieron transformaciones, pero mantuvieron el sentido y práctica original.
Fruto de ello podemos decir que la M.T.C. es una medicina de estado, enseñada en universidades y practicada en hospitales de China y resto de Asia Oriental. Pero por la misma razón que se mantuvo su tradición protegida, su enseñanza e investigación recaen en ocasiones en exceso sobre su propio paradigma, limitando el entendimiento que el estudiante de M.T.C. y terapeuta necesita para comprender el mecanismo de la salud y enfermedad.
Los propios investigadores chinos aseveran esta afirmación. Wang Linpeng, director del Centro de Acupuntura y Moxibustión del Hospital de Medicina Tradicional China de Beijing, afiliado a la Universidad Médica de la Capital, afirma al China Daily durante el Simposio Internacional de 2011 sobre Acupuntura: «En la actualidad, de todas las tesis académicas sobre acupuntura que han sido registradas por el Índice de Citas Científicas (ICC), uno de los más importantes sistemas mundiales de tesis, sólo un 5% son de China. A pesar de que los acupuntores chinos sobresalen en todo el mundo en la práctica clínica, no son tan buenos como sus pares extranjeros en capacidad académica, ni en lo referente a los métodos de investigación y diseño de experimentos de laboratorio de estilo occidental».
«Esto ocurre, sobre todo, en los círculos de medicina china, donde son pocos los médicos chinos que están al tanto con regularidad sobre artículos académicos internacionales y tendencias de la investigación».
Gao Sihua, rector de la Universidad de Medicina China de Beijing afirma que: «los médicos chinos de medicina china son muy buenos en el tratamiento de patologías, pero no lo son tanto al tratar de demostrar cómo y por qué la ciencia funciona realmente y además, hacerlo en un lenguaje y forma internacionales».
Podemos observar que la enseñanza de la M.T.C. en Occidente se enfoca en el símbolo, que aunque muy eficaz, en ocasiones se demuestra insuficiente. Por ello es común aprender de memoria, por ejemplo, la ligazón entre pulmón e intestino grueso o entre corazón, mente e intestino delgado o grabar una y otra vez por repetición que un vacío de yang de bazo provoca diarrea matinal o un vacío de riñón provoca astenia sexual.
Los estudiantes una y otra vez preguntan: ¿Y por qué corazón se relaciona con mente e intestino delgado? ¿Por qué un vacío de yang de bazo provoca diarrea matinal? ¿Por qué en el vacío de riñón hay astenia sexual? La respuesta, si viene de manos de un experto, suele ser simbólica: El corazón e intestino delgado pertenecen al elemento fuego o… si el Yang de Bazo está bajo la materia cae y produce diarrea? La respuesta es útil, eficaz dentro del propio paradigma, verdadera porque los postulados son ciertos, pero para muchos es una respuesta pobre ante la cual surge el desánimo o el bloqueo.
Gao Sihua, Wang Linpeng y otros muchos entienden que, además de explicar la M.T.C. en términos simbólicos de hace 5.000 años, es necesario explicarla también en términos modernos, de modo que, lejos de prevalecer el método científico deductivo o el simbólico, ambos se complementen y apoyen entre sí.
Es esta la postura de la medicina biológica, que lejos de negar la utilidad o profundidad del símbolo y de la observación milenaria china, no quiere olvidar el aporte que las ciencias médicas básicas pueden realizar, constituyéndose entonces en un verdadero puente entre técnicas médicas. Ni una ni la otra, sino las dos. Ni negar una ni vanagloriar otra, sino reconocer lo necesario de ambas.
A través de este puente biológico, el terapeuta se ve deslumbrado al poseer el conocimiento de un mismo hecho, desde las dos ópticas y , por consiguiente, su eficacia es mayor.
¿Por qué corazón se relaciona con mente e intestino delgado? Corazón, mente e intestino delgado se relacionan porque al producirse en el intestino delgado neuropéptidos, como colecistocinina, gastrina o secretina, ejercen una acción a nivel cerebral.
¿Por qué el Vacío de yang de bazo produce diarrea? Porque en el vacío de yang se produce un déficit simpático y aldosterónico y ya que el simpático estimula todos los tejidos menos el digestivo al que relaja, el déficit simpático supone hipertono intestinal y diarrea subsiguiente.
Y ¿por qué el vacío de riñón produce astenia sexual? Porque en las suprarrenales se fabrica el 6% de corticoides sexuales, fruto de los cuales, el ser humano marca su actividad y sutileza sexual.
Entender así, desde dos ópticas, la M.T.C. es la luz que permite investigar nuevos tratamientos, diseñar protocolos para nuevas enfermedades y adaptarse ?sin perder la tradición? al sufrimiento que hoy, en nuestras consultas, presentan los pacientes.
Por último comprender no es un asunto azaroso, banal o despreciable, sino uno de los motores del progreso y desarrollo evolutivo humano. Comprendamos por tanto y por fin, la Medicina Tradicional China.